A menudo pasados por alto, los cojines tienen en cambio una gran relevancia en el impacto estético de una habitación: tienen la capacidad de hacer el sofá más bonito y evitar esa extraña sensación de que falta algo para completar el mobiliario.
A menudo pasados por alto, los cojines tienen en cambio una gran relevancia en el impacto estético de una habitación: tienen la capacidad de embellecer el sofá y evitar esa extraña sensación de que falta algo para completar el mobiliario. Elegir el mejor tipo de cojín para realzar un sofá no es fácil: se necesitan dotes de composición, ojo para las combinaciones, buen gusto y capacidad de atreverse. También porque la oferta es enorme: puedes encontrar cojines de cualquier forma, tejido, color y tamaño.
Colocar cojines en el sofá: la mejor manera de hacerlo
Existen varias técnicas para colocar los cojines en el sofá de la mejor manera. Pero no hay una fórmula matemática, cada situación tiene su propia historia y el buen gusto de quien toma la decisión marca la diferencia.
- Hacia el centro. Disponer los cojines desde los reposabrazos hacia el centro del sofá es la técnica más habitual. Empieza por los más grandes y, en orden descendente, avanza hacia la zona central, dejando los cojines más pequeños para el final. Para un estilo minimalista como los cojines étnicos, los cojines pueden colocarse sólo en los extremos: dejando libre la parte central del sofá.
- Simetría y dimensiones. La simetría es un aspecto fundamental a tener en cuenta porque establece la sensación de orden, armonía y perfección. En este sentido, es útil comprar cojines por parejas: no tienen por qué ser iguales, pero sí es importante que tengan el mismo tamaño. En cuanto a las formas, hay que tener en cuenta que los cojines cuadrados se adaptan a cualquier sofá.
- Cuántos cojines poner en el sofá. Según muchas «escuelas de pensamiento», el número de cojines debe ser siempre impar. Y es aconsejable poner uno o dos cojines más que las plazas del sofá: por ejemplo, si el sofá tiene tres plazas, al menos cinco cojines (si se opta por cojines que no sean demasiado voluminosos en tamaño y forma). Sin embargo, si hay un número mínimo (es decir, 3), no hay un número máximo. Hay a quien le gusta la llamada ducha de cojines: la única salvedad en este caso es que los invitados muestren cierta reticencia a sentarse en el sofá, para no alterar la composición de los cojines.
- Tejidos. Lana hervida, terciopelo, algodón natural, sintético: cada tejido tiene su razón de ser. Lo importante es establecer la paleta de colores a juego con el mobiliario, que ya está presente en la habitación. Hay que tener en cuenta los aspectos estéticos, pero también los prácticos: por ejemplo, la lavabilidad. Aquí sólo hay un requisito: si tienes un sofá de piel, debes elegir cojines del mismo material. Los de tela estarían fuera de lugar.