5 errores que hay que evitar con la fruta comprada en la tienda

Tanto si ponemos fruta fresca encima del yogur, como si la mezclamos en batidos o simplemente la comemos sin más, siempre es una buena idea tener mucha fruta a mano en la cocina. Y no es tan difícil comprar manzanas.

Por supuesto, hay algunas cosas que todos deberíamos saber y hacer. He aquí los principales errores que cometemos al comprar, almacenar y preparar fruta fresca.

5 errores a evitar con la fruta comprada en la tienda

1. Comprar siempre fruta inmadura.

Puede que pienses que tiene sentido comprar toda la fruta poco madura, para que madure perfectamente en tu propia cocina y esté lista cuando quieras comerla, pero la verdad es que no toda la fruta sigue madurando una vez recogida. Las frutas que producen un gas natural llamado etileno (como los plátanos y los melocotones) madurarán, pero las que no lo hacen (como las fresas y la piña) no.

Sigue este consejo: las bayas, las uvas, la piña y las cerezas no siguen madurando una vez recogidas, así que cómpralas solo maduras y listas para comer.

2. Omitir la fruta con manchas.

Una fruta fea no significa necesariamente que sea mala. Si recoges la fruta que está deforme o tiene algunas manchas, puede que te estés perdiendo fruta en perfecto estado.

Sigue este consejo: una cosa es que esté magullada y podrida, y otra que tenga algunas manchas. No tengas miedo de comprar la fruta fea; a veces incluso puede estar rebajada porque los supermercados podrían pensar que no la quieres.

3. Coloca toda la fruta junta en un cuenco sobre la encimera.

Hay algo en un frutero de la cocina que parece tan cálido y acogedor, pero amontonar toda la fruta no es la mejor idea. Las frutas que producen gas etileno pueden hacer que otras frutas maduren demasiado y se estropeen antes.

Sigue este consejo: deshazte del frutero. (Si quieres algo para tu mesa o mostrador, considera un jarrón de flores o una planta). Y no dejes de consultar esta práctica guía sobre dónde guardar tus productos.

4. Guardar la fruta lavada.

Puede que pienses que lavar la fruta antes de guardarla es sólo una forma inteligente de adelantarte a los acontecimientos, pero en realidad puede hacer que la fruta se estropee más rápido. El exceso de humedad de la fruta lavada puede favorecer la proliferación de bacterias y la putrefacción, especialmente en el caso de las bayas delicadas.

Sigue este consejo: espera a estar listo para disfrutar de tu fruta para lavarla.

5. Pensar que no es necesario lavarlo todo

No vas a comerte la corteza de esa sandía, así que para qué molestarse en levantar el pesado objeto hasta el fregadero para lavarlo, ¿verdad? Aunque estés pelando o cortando la parte exterior de la fruta, debes lavarla entera. Cuando el cuchillo corta el exterior, puede arrastrar cualquier bacteria presente en la piel hasta la pulpa y ensuciarla.

Sigue este consejo: lava toda la fruta antes de cortarla, independientemente de si te estás comiendo la cáscara o el paseo exterior o no.

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