En un mercado laboral que no atraviesa por su mejor momento hay que aprovechar todas las oportunidades para encontrar trabajo y en este sentido septiembre es tradicionalmente uno de los meses en los que aumenta la contratación al revisar muchas empresas sus planes de negocio para todo el año. Os explicamos como sacar partido.

La llegada de septiembre pone fin al periodo estival y, si bien todavía hay quienes prefieren alargar el verano hasta mediados de mes, la mayoría entiende que es el momento de volver al mundo real. Y tanto para los estudiantes como para los trabajadores, implica contactar con el mundo laboral. Esto es un arma de doble filo: por una parte hay que retomar la rutina del trabajo y tareas que no siempre son agradables, pero por otra supone una oportunidad de dar con un nuevo empleo.

La actividad empresarial disminuye en verano, especialmente en agosto. Buena parte de las empresas cierran y las que no lo hacen suelen trabajar a un ritmo menor. Por eso mismo, muchas compañías aprovechan este mes como un periodo de reflexión para valorar la marcha del negocio hasta el momento. De esta forma, al igual que ocurre en enero, septiembre es uno de los meses donde más sube la contratación.

Todo lo que se ha parado durante el verano se reactiva en septiembre, además de lo que suele ser normal cada mes. Después de las vacaciones también tenemos las ideas más claras sobre qué queremos hacer, porque las hemos compartido con nuestros familiares y amigos.

Septiembre presenta más alternativas de encontrar trabajo que el resto de meses y eso es una oportunidad que no se debe dejar pasar, si bien en términos generales octubre y noviembre tampoco suelen ser malos meses.

Lo primero que hay que saber para aprovechar este auge de contrataciones es dónde buscar. No hay un sector en concreto que repunte en septiembre, aunque sí algunos que caen siempre, como el de hostelería y restauración. En realidad, depende de cada empresa y de que efectivamente revise sus planes y cuentas anuales tras las vacaciones. Quizás la única certeza sectorial es el repunte en otoño de los puestos relacionados con la agricultura de temporada.

Pero esto no quiere decir que no haya sectores en los que se espere un mejor comportamiento para lo que resta de año. Según Randstad los trabajos como comerciales, administrativos, ingenieros y médicos de familia serán las profesiones más demandadas.

La empresa de recursos humanos también señala los puestos de baja cualificación más solicitados y estos son los de gestor de cobros, mozo especialista, carretillero, manipulador de alimentos, tramitador de siniestros, camarero de piso, comercial y secretaria de departamento.

Lo que parece claro a la vista de los trabajos disponibles es que el departamento comercial vuelve a ser la estrella. Las empresas parecen dispuestas a salir de la crisis a golpe de ventas y para eso es necesario ampliar plantilla.

Y precisamente la primera tarea que habrá que llevar a cabo es identificar las empresas a las que dirigirse o por lo menos a las que vamos a dedicar más esfuerzo. En principio el número no debería ascender a más de 15 y en realidad lo aconsejable son cerca de 10. Y es que para tener más posibilidades de éxito conviene restringir los objetivos para poder ofrecer una atención más personalizada. En el fondo, se trata de aplicar las mismas estrategias que una empresa cuando busca captar clientes: no puede dirigirse a todo el mundo y por eso selecciona su público objetivo.

Esto no quiere decir que no se pueda contactar con más de las citadas 10-15 empresas y enviarles el curriculum, pero en estos casos la atención será mucho menor y menos personalizada. Evidentemente, cuanto más tiempo se tenga, más capacidad habrá para gestionar varios procesos y en este punto también hay que tener en cuenta la situación personal y así, por ejemplo, es factible e incluso recomendable, para las personas en paro hacer una batida por el mercado con un envío masivo de curriculums y cartas de presentación.

Como reconectar con el mercado laboral

Una vez se han fijado los objetivos llega el momento de reconectar con la búsqueda de empleo con septiembre como excusa y el primer paso es actualizar el curriculum. Aunque hoy en día existen otros medios de presentación, empezando por las redes sociales, en las nos detendremos en su momento, el curriculum vitae sigue siendo la principal carta de presentación del candidato (incluso en las mencionadas redes sociales).

Si no tenemos nada nuevo que incluir en el Curriculum vitae en el último año es que algo falla, por lo menos por el lado de la formación. Pero dejando de lado el que sea necesario actualizar el curriculum por la parte de experiencia o de nuevos conocimientos, sí que deberemos darle un lavado de cara y por lo menos hacer que tenga la etiqueta de actual en los portales de búsqueda de empleo.

Además, al centrar la búsqueda y las aplicaciones en unas pocas empresas habrá que personalizar al máximo el curriculum para que se adapte a lo que la compañía busca en los candidatos. Si el enfoque es hacia el liderazgo, habrá que tratar de reseñar los puestos donde se ha ejercido de jefe de grupo y similar, mientras que si el foco está puesto en el apartado técnico, será necesario destacar cursos y conocimientos que se tienen en el área seleccionada.

En términos generales se puede hablar de tres tipos de curriculum que serían el cronológico, el funcional y el europeo. El primero describe la experiencia en orden cronológico inverso, el segundo agrupa los trabajos por tipo de labor desempeñada, lo que además sirve para que los periodos de desempleo resalten menos.

En cualquier caso, Internet es hoy en día el mejor repositorio de curriculums y una simple búsqueda en Google nos dará cientos de resultados con páginas web de las cuales obtener diferentes modelos de curriculum. En los últimos años incluso han surgido webs que directamente crean un curriculum modelo y cada vez ofrecen más opciones para personalizarlo.

Por más que pueda parecer anticuado, el CV sigue teniendo su importancia primero porque la mayoría de grandes portales de empleo permiten introducirlo en formato PDF o Word y segundo porque será una de nuestras armas en la entrevista de trabajo.

Buscar trabajo en las redes sociales

Son la herramienta de moda y la verdad es que pueden ser de gran utilidad, aunque hay que tener en cuenta tres aspectos: Lo primero que debemos saber es que no basta con estar, hay que participar. Las empresas y los contactos no van a ir a buscar a nadie. Es necesario ser activo, conversar, aportar… Quien se limite a colgar su curriculum en una red social difícilmente conseguirá nada más que estar indexado por Google por si algún amigo busca su nombre.

En segundo lugar hay que adaptarse a cada red social, puesto que cada una tiene sus reglas y la forma de interactuar no siempre será la misma. Lo ideal es combinar todos ellos o por lo menos los más relevantes, que veremos a continuación. Pero lo tercero y quizás más importante es que no sirven para encontrar empleo en una semana. Es necesario ser paciente porque desarrollar una relación e incluso demostrar los conocimientos sobre una materia requiere unos periodos de maduración.

Al igual que ocurría al seleccionar empresas, también habrá que elegir cuidadosamente las redes sociales y foros en los que se participa. En este sentido, uno de los problemas de la proliferación de este tipo de herramientas es que la oferta es demasiado amplia como para que una persona pueda estar presente en todas las redes de forma consistente (por lo menos a través de sus propias plataformas).

Las principales redes en las que se puede buscar trabajo o hacer networking con fines laborales son ahora mismo:

Facebook: quizás la red social por antonomasia. Facebook mezcla trabajo y vida privada, amigos con contactos laborales y ahí radica la dificultad para darle un uso exclusivamente enfocado a la búsqueda de trabajo, aunque sí puede ser la vía para decir a todos nuestros conocidos que estamos en el mercado y abiertos a propuestas. Eso sí, antes conviene tener bien atadas la configuración de la privacidad de la cuenta. Si no se hace el jefe puede ser el primero en recibir el mensaje de que estamos buscando trabajo.

LinkedIn: es la mayor red social enfocada a profesionales. Es uno de los lugares en los que hay que estar sí o sí, pero de nuevo, no es suficiente con colgar el curriculum y pensar que lloverán ofertas de trabajo. Esto no quiere decir que no haya que prestar atención a la parte de experiencia y formación del modelo curricular de LinkedIn. Sin embargo, lo más importante en esta red es buscar recomendaciones y mostrarse activo participando en grupos pero sobre todo posteando mensajes.

Xing: es la otra gran red profesional, si bien ha quedado algo rezagada con respecto a LinkedIn. Su fortaleza son los grupos, que reúnen a personas con intereses comunes. Habrá que encontrar los grupos en los que estar y participar en ellos de forma activa. De todas quizás sea la más prescindible, aunque siempre conviene por lo menos dedicarle un tiempo a crear un perfil bien trabajado.

Google+: la última en llegar pero también la que más está creciendo. No es tan conocida como Facebook, pero los denominados ‘heavy users’ de redes sociales ven en ella gran potencial de crecimiento, por encima incluso de la red creado por Mark Zuckerberg. Su sistema de grupos está muy logrado y desde el punto de vista laboral combina la viralidad de Twitter con la capacidad de compartir contenidos de Facebook. Además, ahora mismo está poblada sobre todo por los gurús de las redes sociales y usuarios avanzados en este campo, por lo que en estos inicios supone el nicho ideal para asentarse en la web 2.0.

Twitter: aunque no se trata exactamente de una red social, es una de las herramientas de moda para estar conectado con otras personas y compartir ideas y conocimientos. Es quizás el sistema más difícil de entender para quienes no estén versados en la comunicación de la web 2.0 y las redes sociales.

Sus usuarios ‘tuitean’ de todo, desde enlaces a sus blogs o noticias que consideran interesantes hasta fotografías del postre que están a punto de comerse. Y precisamente como todo vale, Twitter también está inundado de personas buscando empleo abiertamente bien a través de ‘tuits’ (sus mensajes) como a través de mensajes privados a posibles empleadores.

Por fortuna, esta proliferación de redes sociales también ha servido para que surjan herramientas que permiten monitorizar e interactuar en varias de ellas al mismo tiempo y a través de una misma herramienta como es el caso de Tweetdeck, Seesmic o Multimini, por poner algunos ejemplos.

Todavía dentro de la web también podemos añadir a las redes sociales la participación en foros relacionados con el sector de referencia donde se podrá hacer gala de los conocimientos que se poseen e interactuar con personas con los mismos intereses. Abrir un blog también puede ser una forma de lograrlo.

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