Nadie se propone matar una planta de interior, sin embargo, la mayoría de las plantas de interior muertas lo han sido por su amabilidad. La jardinería en interiores es un clima artificial y todas las plantas necesitarán un periodo de adaptación. Al principio, es de esperar que se caigan algunas hojas.
Lo mejor que puedes hacer por las plantas de interior es aprender algo sobre sus condiciones de crecimiento y proporcionarles unas condiciones lo más parecidas posible. Si ve que se está desarrollando un problema, actúe rápidamente.
Estos son algunos de los errores más comunes en el cuidado de las plantas de interior:
Regar en exceso una planta de interior
La principal causa de muerte de las plantas de interior es el exceso de riego, que provoca la putrefacción de las raíces. No dejes que tus plantas se queden en el agua y no riegues automáticamente todas tus plantas de interior según un horario.
Hoja marrón en una planta de interior
Todos hemos visto lo que la baja humedad puede hacer a nuestra piel. Pues bien, la falta de humedad también lo hace en muchas plantas de interior, especialmente durante el invierno. Cuando llega el calor, la humedad en tu casa puede sufrir un gran descenso. Imagina el cambio que supone para una planta que vivía en el exterior, unas semanas antes. Es posible que lo primero que notes sea el pardeamiento de las puntas de las hojas.
Planta de interior en un rincón oscuro
Las plantas que no reciben toda la luz que necesitan tienen un aspecto pálido, en lugar de un verde saludable, y los nuevos brotes son enjutos, ya que buscan el sol. También puede notar que las hojas nuevas son más pequeñas de lo habitual.
Exposición al calor directo
Colocar tu planta de interior cerca de una fuente directa de calor, como un radiador o un conducto, no sólo freirá tu planta sino que acelerará su deshidratación. Algunos lugares son obviamente malos, pero a veces las opciones son limitadas.
Riego inadecuado y acumulación de sal
Regar las plantas en maceta sólo lo suficiente para que la tierra se humedezca, pero sin dejar que drene, puede conducir a la acumulación de sal, que puede inhibir el crecimiento de las plantas de interior. Es posible que no lo notes hasta que empieces a ver una costra blanquecina en la tierra o en los lados de la maceta.
Ignorar los problemas de plagas
Las plagas de interior se multiplican rápidamente. No hay depredadores naturales que las mantengan a raya, por lo que hay que ser muy diligente a la hora de controlar los síntomas. Los ácaros, los pulgones, las cochinillas y las cochinillas pueden cubrir una planta en días. Si son lo suficientemente graves, la planta puede no recuperarse nunca.
Exposición a las corrientes de aire
Colocar una planta de interior, especialmente una planta tropical o en flor, cerca de una puerta al exterior que se abre con frecuencia o demasiado cerca de una ventana con poco aislamiento tendrá el mismo efecto que dejar la planta sin protección en el exterior.