5 datos curiosos sobre el ornitorrinco

Es posible quedarse sin adjetivos para describir al ornitorrinco. Esta singular criatura semiacuática, endémica de Australia, ha confundido a los científicos desde su descubrimiento. Y aunque sus peculiaridades han contribuido a que el ornitorrinco adquiera fama mundial, todavía hay mucho que desconocemos sobre este enigmático animal.

Sin embargo, aquí hay algunas cosas interesantes que sí sabemos sobre el ornitorrinco. Algunas tienen sentido y otras, francamente, sólo conducen a más preguntas.

1. El ornitorrinco es un animal falso

Cuando el ornitorrinco fue descrito por primera vez en 1799 éste escribió: «Tan exacta es la similitud que, a primera vista, excita naturalmente la idea de alguna preparación engañosa por medios artificiales». De hecho, el aspecto único del ornitorrinco -el pico y las patas de un pato, el cuerpo y el pelaje de una nutria y la cola de un castor- casi grita «engaño». ¿Alguien quiere ver la sirena de Feejee? Aunque Shaw dudaba de su autenticidad, bautizó a la criatura como «ornitorrinco» y le dio un nombre en latín, Platypus anatinus, o «pato de pies planos». El nombre científico del bicho es ahora Ornithorhynchus anatinus, y es el único representante vivo de su familia y género.

2. Los ornitorrincos son mamíferos venenosos

Muy pocos mamíferos son venenosos. Ya es bastante extraño que el ornitorrinco macho suministre veneno, pero que lo haga a través de los espolones de los tobillos lo hace aún más curioso. Mientras que las hembras no son venenosas, el veneno de los machos está compuesto por proteínas similares a la defensina, o DLP, tres de las cuales sólo se encuentran en el ornitorrinco, lo que aumenta el factor de rareza del animal. El veneno puede herir gravemente (pero no matar) a los humanos, aunque puede ser letal para animales más pequeños. Los científicos creen que el veneno, cuya producción aumenta durante los periodos de apareamiento, tiene por objeto incapacitar a los machos rivales. Es una forma de vencer a la competencia.

3. Los ornitorrincos son mamíferos que ponen huevos

El ornitorrinco no es el único mamífero venenoso, ni tampoco el único que pone huevos (las cuatro especies de equidnas también los ponen), pero la característica es inusual. No se sabe mucho sobre el ciclo vital de un ornitorrinco. Los machos no participan en la crianza de las crías tras el apareamiento. La hembra gesta los huevos durante dos o cuatro semanas, seguidas de otra semana de incubación, en la que la hembra los rodea de pico a cola. Una vez que eclosionan, las crías maman leche de pelos mamarios especiales durante unos meses antes de independizarse.

4. Están en peligro de extinción

El ornitorrinco está catalogado como Casi Amenazado en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Las condiciones de sequía extremas y prolongadas han secado los cursos de agua que constituyen el hábitat del ornitorrinco en Australia, según un estudio publicado en 2020 en Biological Conservation. Los animales también están amenazados por la pérdida de hábitat debido al desmonte de tierras y al cambio climático.

Los recientes incendios forestales también han hecho mella en la especie. «Hay una necesidad urgente de implementar esfuerzos de conservación nacional para este mamífero único mediante el aumento de las encuestas, el seguimiento de las tendencias, la mitigación de las amenazas y la mejora de la gestión del hábitat del ornitorrinco en los ríos», escriben los investigadores.

5. La leche de ornitorrinco podría combatir las superbacterias

El ornitorrinco se alimenta en el fondo, recogiendo gusanos, insectos, mariscos y otras presas. John Carnemolla/Shutterstock
Como los ornitorrincos no tienen una forma estéril de dar leche, necesitan protecciones adicionales contra las bacterias del entorno. En 2010, los científicos descubrieron que la leche de los ornitorrincos contiene propiedades antibacterianas que podrían ayudar en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.

Un estudio publicado en la revista Structural Biology Communications determinó que la proteína tiene una estructura parecida a un tirabuzón, por lo que los investigadores la bautizaron como proteína Shirley Temple, en honor a la actriz infantil conocida por sus rizos. Esta estructura es única y podría indicar también una función terapéutica única y, según los investigadores, podría haber desempeñado un papel importante en la evolución de los mamíferos.

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